Mañana es 1 de diciembre. Ya empezamos a contar los días que quedan para que lleguen las vacaciones en el trabajo y las fiestas con la familia. Ya no queda nada para ponernos en marcha y los preparativos a veces se acumulan. En España celebramos Navidad, Año Nuevo y Reyes con unos días de diferencia, las tres fiestas en el mismo saco y, si nos descuidamos, sin tiempo para disfrutarlas. Si somos muchos en casa, si es la primera vez que somos anfitriones de una de estas comidas y cenas, o si queremos simplificar las cosas respecto al año pasado es normal que pasemos mucho tiempo pensando este tema.
Para dar importancia a lo que de verdad la tiene y no machacar a nuestro cerebro más de la cuenta he pensado que sería bueno reflexionar acerca de las "cargas" que nos imponemos durante estas fiestas y cómo podemos aligerarlas, hacerlas más sencillas y llevaderas y disfrutar mucho más de las fiestas.
En los cuatro domingos que quedan hasta Navidad publicaré unas reflexiones tituladas Para una feliz Navidad... que creo que son coherentes con el periodo del año que nos disponemos a vivir y también a los tiempos que corren. ¡Os espero por aquí!
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